Con respecto a las bonificaciones y reducciones en la cuota al régimen especial de trabajadores autónomos (RETA) en el caso de personas con discapacidad, el CERMI apunta que, aunque esta Ley no ha introducido modificaciones o mejoras, este régimen va a experimentar una nueva modificación y mejora para los autónomos con discapacidad cuando entre en vigor la segunda normativa: la Ley de Apoyo a los Emprendedores y su Internacionalización.

 

Esta modificación se debe gracias a la insistencia por parte del CERMI y al apoyo que les han prestado todos los grupos parlamentarios en su tramitación en el Congreso de los Diputados, y cuyo proyecto ha pasado al Senado para continuar su tramitación.

 

En este sentido, destaca que los incentivos al autoempleo con discapacidad han mejorado, sobre todo en las personas con discapacidad menores de 35 años, quienes se podrán beneficiar no sólo cuando se den de alta por primera vez (como hasta ahora), sino también cuando no hubieran estado en alta en el RETA en los cinco años inmediatamente superiores. Y, además, la reducción de cuotas durante el primer año es más elevada: un 80%, frente al 50% que ya disfrutaban.

 

En este caso, explica el CERMI, sólo se benefician los autónomos sin trabajadores, mientras que en el sistema general no existe este límite, aunque sí la opción de que puedan optar, siempre con el tope de cinco años, por el régimen de bonificación general, en el que pueden tener trabajadores, es decir, un autónomo con discapacidad menor de 35 años que tenga trabajadores puede optar por la bonificación general o, incluso, lo puede hacer cuando contrate el primer trabajador.

 

En cuanto al régimen de bonificación general (sin límite de edad), es muy similar al vigente, pero se diferencian en que se incluyen a los socios trabajadores de cooperativas de trabajo asociado que opten por el RETA.

 

Asimismo, para el CERMI, si se comparan los beneficios de los autónomos con discapacidad con los que obtienen los autónomos sin discapacidad, el balance global también es “beneficioso”, ya que sólo los autónomos con discapacidad pueden bonificarse sin límite de edad; los incentivos reforzados para jóvenes con discapacidad de cualquier sexo se aplican a los menores de 35 años, mientras que en el caso de jóvenes sin discapacidad el límite es de 30 años, excepto en las mujeres, en que se aplica a menores de 35 en la primera opción de incentivos, y hay reducciones y bonificaciones superiores en el caso de autónomos con discapacidad, al mismo tiempo que la cuota de 50 euros al mes dura, en el caso de autónomos con discapacidad, 12 meses, en lugar de seis.

 

Por otra parte, resalta la ampliación de 30 a 35 años de la edad límite para que las personas con discapacidad se beneficien de los incentivos a favor de la contratación de jóvenes, los cuales son los relativos a la contratación a tiempo parcial con vinculación formativa, a la contratación indefinida de un joven por microempresas y empresarios autónomos o los incentivos a la contratación en nuevos proyectos de emprendimiento joven.

 

Otros incenticos a los que se refiere son el primer empleo joven (contratos temporales con jóvenes desempleados que no tengan experiencia laboral o si ésta es inferior a tres meses), incentivos a los contratos en prácticas, y los incentivos a la incorporación de jóvenes a entidades de la economía social.